Los Millennias (nacidos entre 1980 y 2000) somos la generación más instruida pero peor pagada de la historia humana. La generación que vio más avances tecnológicos que todo el resto de la humanidad junta. Tenemos más tecnología en el bolsillo, en nuestros teléfonos, que la gran mayoría de los satélites que orbitan la tierra actualmente. Somos una generación acorralada por la competencia. Vivimos a través de los megas de información que producimos y compartimos. Y hoy destacarse cuesta muchísimo más que nunca. Sentimos pánico por cosas que para nuestros padres eran naturales u obvias (¿”no queremos traer más gente a este mundo enfermo” les suena?). No toleramos la soledad, por eso no concebimos un mundo desconectados.
A los “más grandes” les cuesta entender como decidimos, por eso hay grandes marcas fracasando a diario en ofrecernos productos que nos interesen. Por eso ganan las elecciones candidatos impensados. Por eso hay startups que pasan a valer miles de millones en cuestión de días. Somos la generación que está acabando con el tabaquismo pero va a legalizar la marihuana en casi todo el mundo. Somos quienes, en red, vamos a cambiar el mundo bit por bit.